La obesidad es un problema creciente en los países occidentalizados. El cambio de alimentación de las últimas décadas y el sedentarismo lo convierten en un problema de salud pública. En momentos específicos de la vida, como podría ser la menopausia, se producen factores que pueden agravar la situación.
La obesidad es una enfermedad crónica, compleja y multifactorial que consiste en una acumulación excesiva de grasa corporal.
La obesidad se mide habitualmente mediante el Índice de masa corporal (IMC). El IMC es un indicador que se calcula en relación con el peso y la altura de la persona. Se considera que una persona tiene sobrepeso cuando su IMC está entre 25 y 30, y que tiene obesidad cuando su IMC superior a 30.
La obesidad se asocia con otras complicaciones como hipertensión arterial, diabetes, dislipemia, el síndrome de apneas obstructivas del sueño, esteatosis hepática, cáncer, enfermedad psiquiátrica como ansiedad o depresión, y osteoartrosis.
La obesidad no tiene una causa única. Su origen es multifactorial y entre los factores que la predisponen se encuentran, la edad y menopausia, factores genéticos, el sedentarismo, la mala alimentación, el estrés, diversos fármacos, la cronodisrupción o la microbiota intestinal, entre otros.
Durante la perimenopausia y la menopausia, se produce una baja de los estrógenos u hormonas femeninas. Esto da lugar a una disminución del metabolismo basal, es decir, de las calorías que gastamos sencillamente por respirar y mantener los órganos vitales funcionando. Produce también un aumento de la grasa visceral que es la grasa que rodea los órganos como el hígado, los riñones e incluso el pericardio. Al mismo tiempo, la grasa subcutánea aumenta y se deposita en localizaciones donde previamente no existía y con todo ello, un aumento ponderal.
Dado que la causa de la obesidad es multifactorial, es decir, se debe a múltiples factores, su tratamiento debe ser también abordando diversos aspectos. Es imprescindible el adoptar unos buenos hábitos de alimentación y realizar ejercicio físicodiario. En ocasiones necesitamos dar apoyo psicológico y detectar alteraciones en la conducta alimentaria que puedan estar subyacentes.
Disponemos además de posible ayuda farmacológica e incluso quirúrgica que deben tenerse en consideración.
Si estás en sobrepeso, si tienes obesidad o sencillamente quieres ajustar tu alimentación para que sea saludable, no dudes en ponerte en contacto con nosotras. La Dra. Molina, la Dra. Torregrosa o la Dra. Serrabou estaremos encantadas de asesorarte y acompañarte en el proceso a aprender a comer correctamente, llevar una vida saludable y promover tu salud.
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