Durante todo el embarazo nos preparamos para el momento del parto, aprendemos a respirar a entender qué son las contracciones y cómo actuar en ese instante. Preparamos la canastilla, la ropita del bebé y su habitación con cariño y dedicación.
Pero… ¿alguien nos prepara para el postparto? ¿Sabemos qué nos ocurre en esos momentos y cómo minimizar las molestias?
Si estás a punto de ser mamá o acabas de serlo, este post te interesa.
Si tienes un parto vaginal, es normal que posteriormente tengas: inflamación de la zona, entuertos, loquios, que se escape la orina, que aparezca alguna hemorroide, que notes cambios en la piel, se caiga algo el pelo y sientas malestar en las mamas. En estos momentos, el humor puede ser cambiante incluso sentir tristeza. Todo esto es normal, y tenemos posibilidad de minimizarlos.
Vamos uno por uno:
- Como hemos comentado, se produce inflamación vaginal que se traduce en molestias y dolor local. ¿Cómo mejorar estas molestias? Es conveniente sentarse sobre almohadas blanditas y cómodas o sobre un flotador redondo. Puedes desinflamar la zona utilizando frío o sustancias descongestivas en el perineo. La higiene de esta zona es fundamenta y los baños de asiento con agua tibia o incluso fría calman mucho. Intenta no tener estreñimiento, utiliza laxantes si es necesario y consulta con tu médico por si necesitas analgesia.
- ¿Qué son los entuertos? Son contracciones producidas por la oxitocina que se libera con la lactancia. Estas contracciones impiden que se produzca sangrado porque contrae los vasos uterinos. Los analgésicos tipo ibuprofeno disminuyen considerablemente estas molestias
- No te asustes si pasados unos días expulsas por la vagina una especie de coágulo. Esto corresponde a los loquios y son normales, al principio son rojos y luego cambian de color y se van haciendo cada vez más blanquecinos y acuosos. Suelen desaparecer entre 4-6 semanas después del parto. Durante este tiempo, evita que la zona se humedezca, cambia con frecuencia la compresa o salvaslip que utilices y mantén buena higiene local
- El embarazo, el trabajo de parto y el parto pueden debilitar los músculos del suelo pélvico y con ello tener más débiles el útero, la vejiga de la orina y el recto. Por este motivo, puedes tener pequeños escapes de orina al toser o reir. Intenta reforzar el suelo pélvico, consulta al ginecólogo y al fisioterapeuta. Existen técnicas como la radiofrecuencia, HIFEm o láser que pueden mejorar de forma sustancial esta circunstancias si no mejoran con los ejercicios habituales.
- Las hemorroides, que son venas inflamadas alrededor del ano, pueden aparecer en estos momentos y dar molestias. La molestias más frecuentes son dolor al hacer deposición, sensación de peso e hinchazón en la zona. Si notas alguno de éstos síntomas, consulta a tu médico para que verifique que se trata de hemorroides y para mejorar las molestias puedes sentarte en el flotador, hacer baños de asiento con agua tibia o fría, y utilizar cremas antihemorroidales.
- Es importante que la dieta sea rica en fibra y que bebas mucha agua para evitar el estreñimiento. Si aún con eso, padecieras de estreñimiento, el uso de fibra o laxantes puede aliviar la situación.
- Los cambios hormonales del embarazo y el parto hacen que durante el postparto se caiga algo más de pelo. Es normal y transitorio, se recupera pasado un tiempo. De todas formas, mantén una alimentación lo más sana y variada posible para evitar deficiencias y consulta a tu médico por si precisas de alguna suplementación específica
- Los cambios hormonales y la distensión de los tejidos durante el embarazo que deben volver a su posición previa, hace que puedan aparecer estrías. Algunas de ellas desaparecerán en unos meses, si no es así, conviene consultar para realizar procedimientos con láser o peelings en el momento que sea factible. No olvides aplicarte la crema antiestrías también en el postparto
- Durante el embarazo pueden aparecer manchas oscuras en la cara o abdomen que pueden desaparecer posteriormente. Usa siempre protector solar y consulta a tu médico para adecuar la cosmética.
- Todas creemos que tener a nuestro bebé en brazos es sinónimo indiscutible de felicidad, pero a veces nos encontramos tristes, ¿es normal? Pues SÍ, es normal. En estos momentos las hormonas pueden jugarnos una mala pasada y sentirnos tristes y cansadas, no hay que culparse por ello, suele revertir en poco tiempo y si persiste vale la pena consultar al médico y descartar alteraciones en el tiroides. Intenta dormir cuando duerma el bebé, acepta la ayuda que te ofrezcan los familiares y habla de cómo te sientes con tus seres queridos.
En definitiva, tras el parto con tu bebé en brazos te sientes feliz y…sientes otras muchas cosas que conviene saber.
Cualquier duda o inquietud, consulta con nuestras profesionales, haremos que tu postparto sea aún más bonito.
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