Desde el inicio de la ‘nueva normalidad’ nos hemos tenido que acostumbrar a normas y situaciones que eran impensables para nosotros hace unos meses.
Las tres normas básicas para mantener controlados los contagios y la pandemia son claras: distancia de seguridad, lavado de manos y uso de mascarilla.
El llevar mascarilla tanto en sitios cerrados como abiertos aún pudiendo mantener la distancia de seguridad provoca incomodidad en parte de la población puesto que llevar la nariz y la boca cubiertas puede hacer florecer diversos problemas como el eccema de contacto, la dermatitis atópica e incluso infecciones en el esta zona. La mascarilla produce sequedad de la piel, aparición de rojeces, eccemas o rosácea en personas propensas.
Para disminuir los efectos de la mascarilla conviene:
– Lavar la piel de la cara con agua templada y jabón neutro.
– Hidratar constantemente el rostro con un cosmético adecuado a nuestra piel.
– Utilizar agua termal refrescante.
– No usar maquillaje, polvos de color etc.
Para disminuir los efectos del lavado frecuente de manos o el uso de guantes conviene:
-Hidratación constante con productos específicos.
En el caso de ser profesional de la salud y utilizar gafas de protección o pantalla facial es muy importante no olvidarnos del contorno de ojos de forma diaria.
Que la molestia de la mascarilla no te impida protegerte a ti y protegernos a todos, recuerda:
DISTANCIA DE SEGURIDAD, LAVADO DE MANOS Y USO DE MASCARILLA
Dra. Ana Molina
Endocrinología y nutrición
Medicina Estética
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