Hemos empezado el otoño y con él los primeros fríos. Empiezan a ponerse en marcha las calefacciones y con ellas los rebrotes de rosácea, añadiéndose en este momento, el uso de las mascarillas de protección frente al COVID-19.
La rosácea es una inflamación de la piel que afecta sobretodo a la parte central de la cara y se caracteriza por rojez de la zona y rubor acompañado en ocasiones por la aparición de granitos y puntos rojos. El frío, el calor de las calefacciones y el estrés son entre otros, factores desencadenantes de los brotes de rosácea. Otoño-invierno, calefacciones, mascarillas y COVID-19 son la combinación perfecta…
¿Qué podemos hacer para minimizar el riesgo de rebrote de rosácea o disminuirlo si se ha producido?
Deberíamos evitar:
- Tomar alcohol y picantes.
- Calor húmedo (sauna) o seco (calefacciones con tª elevada)
- Ejercicio intenso
- Cosméticos irritantes o secantes
- El estrés
Podríamos:
- Adecuar la cosmética
- Usar fotoprotector solar
- Fármacos tópicos: metronidazol, ácido azelaico, ivermectina entre otros
TERAPIA FOTOBIODINAMICA CON SKIN OX:
Es un tratamiento no invasivo fotosensible. Se combina la aplicación de un peeling de alfa-hidroxi-ácidos, con un serum fotodinámico que reacciona y se activa con la luz amarilla de la lámpara LED.
Este tratamiento tiene una función queratolítica y estimulante del fibroblasto que consigue una hidratación superficial y profunda con activación y oxigenación celular, así como un efecto bactericida y antioxidante. Por todas estas características permite mejorar la rosácea, disminuir los signos externos, así como los brotes sin ser un tratamiento agresivo y permitiendo mantener una piel bonita y libre de rojeces y granitos.
En tiempos de frío exterior, calor en los interiores, mascarilla habitual…que la rosácea no te quite la sonrisa de la cara.
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