La toxina botulínica comúnmente conocida como Bótox, es un fármaco que disminuye la contracción muscular del músculo tratado. Se inyecta con una fina aguja y permite que, de forma transitoria, de 3 a 6 meses, el músculo tratado tenga menos fuerza y disminuya así su actividad.
La disminución de la fuerza muscular tiene su uso en múltiples patologías como el estrabismo, espasmos de los párpados, migrañas, contracciones musculares dolorosas o incluso la incontinencia urinaria en pacientes con paraplejia.
Otras dos situaciones en las que la toxina botulínica son muy útiles son el bruxismo (personas que aprietan fuertemente los dientes) y la hiperhidrosis (sudoración excesiva).
En Medicina estética se utiliza para disminuir las arrugas de expresión. Paralizando el músculo que causa la arruga permitimos una prevención de la aparición de estas o la mejoría si ya existen. Las zonas autorizadas a ser tratadas son: la frente, el entrecejo y las patas de gallo.
Tratando la frente, disminuimos las arrugas horizontales.
Tratando el entrecejo, conseguimos una apertura de las cejas y disminuir las arrugas verticales que se forman en la zona central.
Tratando las patas de gallo, mejoramos las arrugas trasversales al canto del ojo y podemos conseguir una apertura de la parte lateral de la ceja que da al ojo un aspecto de relax.
Una pregunta frecuente antes del tratamiento es ¿perderé la expresión? ¿Quedaré paralizada? La respuesta es que la expresión queda disminuida pero no eliminada, se sonríe con normalidad, no se permite el gesto de enfado, pero no es imprescindible en la comunicación habitual y se puede levantar ligeramente la cola de la ceja por lo que la expresión de sorpresa se mantiene. Así pues, reducimos los gestos de enfado o cansancio y potenciamos los de relax y alegría.
El efecto de la toxina no es inmediato, es un efecto progresivo y alrededor de los 15 días queda establecido. Es entonces cuando se recomienda hacer un retoque o revisar el tratamiento.
Es muy importante seguir unas recomendaciones posteriores al tratamiento como no tocar, apretar las zonas de inyección. No bajar la cabeza, no ponerse un casco de moto, no hacer deporte, no ir a la peluquería, fisioterapeuta o masajista ese mismo día. Estas recomendaciones son importantes para evitar que la toxina migre a un músculo que no interese que pierda fuerza.
Vale la pena destacar el papel de la toxina botulínica en la hiperhidrosis o sudoración excesiva. El tratamiento de la hiperhidrosis axilar es rápido, prácticamente indoloro y consigue una importante reducción de la sudoración durante 8-9 meses. El tratamiento con toxina no tiene el efecto secundario de aumentar la sudoración en otras partes del cuerpo.
Por todas estas razones, la toxina botulínica o bótox es una de las técnicas más utilizadas en medicina estética para tratar arrugas y prevenir el envejecimiento.
Si estás interesado o piensas que esta técnica te puede ayudar, no dudes en contactar con el equipo de Esthetic BCN.
Dra. Ana Molina
Medicina Estética y Nutrición
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