Muchas parejas desean embarazo y hasta un 15% de ellas no lo consiguen después de un año de intentarlo.
Se define infertilidad como la incapacidad para llevar a término un embarazo y esterilidad como la ausencia de embarazo en un año en una pareja en edad fértil.
De este 15% que desea embarazo y no lo consigue, tiene como origen alguna causa proveniente del varón un 30 %, otro 30% es de causa femenina y el 40% restante de los dos.
Cuando una pareja lleva un año buscando embarazo y éste no llega, se debe estudiar a ambos, incluyendo el varón.
La fertilidad masculina se basa en la cantidad y calidad de los espermatozoides y es conocido que aproximadamente 20 de cada 100 hombres tienen pocos espermatozoides y 1 de cada 100 no tiene ningún espermatozoide. Por eso es imprescindible el análisis del varón.
La historia clínica y la exploración física son la base del estudio. Es importante descartar factores ambientales tóxicos como el tabaco, el alcohol, la exposición a radiaciones o contaminantes, o el estrés. Se debe valorar la existencia de alteraciones testiculares como descenso anómalo del testículo, varicocele o enfermedades infecciosas. Algunos fármacos pueden producir disfunción sexual.
Por supuesto es necesario valorar el perfil hormonal para descartar alteraciones endocrinas y realizar un seminograma o análisis seminal. El seminograma analiza la concentración de espermatozoides, la movilidad de los mismos y el volumen de líquido eyaculado.
Con el estudio hecho y en función de la causa, se aconsejará tratamiento quirúrgico o técnicas de reproducción asistida.
En definitiva, si buscas embarazo y tarda más de lo previsto, ponte manos a la obra y él es igual de importante en el estudio como lo es la futura mamá.
Cualquier duda, la Dra. Esther Gómez, especialista en Urología y Medicina Estética te podrá asesorar.
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