En nuestra práctica médica diaria, observamos que con frecuencia existe confusión entre el bótox y los rellenos por parte de nuestros pacientes. Y es habitual que alguien nos comente: ‘No quiero bótox en los labios porque hincha’
Así pues, vamos a intentar explicar las diferencias entre las dos sustancias más utilizadas en medicina estética que son Bótox o toxina botulínica y Rellenos de Ácido Hialurónico
El Bótox o Toxina botulínica es una neurotoxina que inyectada en un músculo, permite disminuir la fuerza de contracción del mismo. Al disminuir la fuerza muscular, las arrugas resultantes de la contracción se suavizan. Esta disminución de fuerza es transitoria y reversible de forma que el músculo siempre vuelve a recuperarse.
El tratamiento está contraindicado en personas con alteraciones neuromusculares como la Miastenia Gravis o la Enfermedad de Eaton- Lambert. El efecto sobre la contracción muscular y las arrugas empieza a hacerse evidente a partir del tercer día y tiene una duración de 3-4 meses. Pasado este tiempo, se puede repetir el tratamiento. Es importante seguir unas recomendaciones post-tratamiento para evitar complicaciones, y éstas son básicamente evitar presionar las zonas de inyección o bajar la cabeza durante las horas siguientes. Por ello, se recomienda no hacer yoga, no usar casco de moto, no ir a la peluquería o a hacer un masaje boca abajo, por ejemplo.
Normalmente se revisa el tratamiento a los 15-21 días por si es necesario inyectar más dosis en algún músculo o corregir pequeñas asimetrías de cejas que pudieran producirse.
El bótox no sólo tiene un efecto sobre las arrugas, tiene un efecto precioso sobre la posición de las cejas y permite abrir la mirada y dar aspecto de alegría y descanso a los ojos.
Los rellenos con ácido hialurónico no bloquean la acción muscular, lo que hacen es rellenar espacios que se han vaciado de grasa, proyectar zonas donde el hueso ha perdido densidad y dar juego a los puntos de luces y sombras de la cara. El ácido hialurónico es un gel sintético muy parecido al que nuestra piel dispone de forma natural, ligeramente modificado para que pueda permanecer en nuestro organismo durante un tiempo sin ser eliminado por las hialuronidasas que son los enzimas encargados de su degradación. Existen diferentes tipos de ácido hialurónicos que se diferencian en su proceso de fabricación, características reológicas y comportamiento en el tejido. Es por ello que el médico inyector debe conocer a la perfección la región anatómica a tratar, las características del producto que va a inyectar y por supuesto la técnica de inyección. Con los rellenos se pueden realizar tratamientos maravillosos y naturales o por el contrario aportar un aspecto poco natural y extraño. Por eso es muy importante conocer el profesional que realiza el tratamiento y el producto con el que se realiza.
Así pues, ni el bótox hincha, ni los rellenos paralizan. La combinación bótox-ácido hialurónico es magnífica y puede ayudarnos a reposicionar las cejas, abrir la mirada, reducir arrugas, disminuir aspecto de cansancio o tristeza y potenciar la belleza de cada uno de nosotros.
No tengas miedo de ninguno de estos dos tratamientos y déjate aconsejar por un médico especializado, si te decides, el resultado será maravilloso.
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